lunes, 6 de julio de 2009

EL HAMBRE Y LA CRISIS AGRARIA


El hambre pudo deberse como secuencia de malas cosechas (derivadas de las fuerzas productivas y de las fuerzas físicas) ya que la agricultura era la principal actividad económica del 85 al 95% de la población dependían de cultivo y como consecuencia de estas malas cosechas obviamente había un alto grado de desnutrición y muertes. Pero sin embargo no debe olvidarse que las malas cosechas también fueron producto de cuestiones climáticas. Durante el siglo XII se da la llamada “pequeña edad de hielo” -el hemisferio Norte tuvo un modesto enfriamiento de menos de 1°c-. El hielo al abarcar más terreno deja menos campo disponible para los cultivos y así mismo por la temperatura del ambiente el crecimiento de las plantas se vuelve más lento; y así que aunque cultiven lo mismo se obtiene una menor producción. Quizás el mejor remedio pudo haber sido el desarrollar mejores técnicas de cultivo ya que había una mayor demanda por la escasez de alimentos, pero como se encontraban en una situación crítica pudo dificultárseles mucho.
Según Slicher van Bath hubo alzas y bajas en los precios de los cereales. Se produjeron ciertos cambios agronómicos: por ejemplo, el proceso de rotación de las tierras era más lento, probablemente se detuvo y sufrió un retroceso. En este siglo no solo cesó la expansión de la tierra cultivada, sino que además el rendimiento de los cereales disminuyo en toda Europa durante el periodo comprendido entre 1600 y 1699, en mayor grado el caso de la cebada y la avena que en el del trigo y el centeno y mucho mas acentuadamente en la Europa central, septentrional y oriental que en la occidental.

Otros cambios agronómicos que se presentaron en el área de las plantas cultivadas fueron:

1) Hubo un cambio en el uso de la tierra destinada al cultivo de cereales ya que una parte pasó a ser destinada al pastoreo en las zonas más frías y a otras actividades en las zonas más cálidas.
2) Hubo un cambio del cultivo de cereales por una mayor producción de plantas forrajeras, las cuales requieren un trabajo más intensivo y también por plantas dedicadas al mercado como el lino, el cáñamo, lúpulo, etc.
3) Hubo un cambio en los cereales de alto precio como el trigo y el centeno por los de bajo precio como la cebada y la avena y una reducción en la compra de fertilizantes para la producción de cereales.


Junto a esta degradación agronómica también se dio una degradación general de la clase campesina. Esto fue porque los grandes terratenientes aduciendo una urgens et improvise necessitas decidieron confiscar las tierras antes poseídas por los campesinos y obviamente esto significo descontentos y también por la falta de tierras se producía en menor medida los alimentos. Según Meuvret los que más resintieron esta crisis fueron los campesinos y colonos que los jornaleros y sirvientes domésticos ya que estos 2 últimos eran asalariados y lo explica diciendo: “Por cada agricultor propietario que se queja de sus escasas ganancias a causa del precio del trigo, cuantos jornaleros o artesanos se regocijan por el precio más bajo que tienen que pagar en las raras ocasiones en que deben comprarlo (5) .

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